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Wikipedia en el mundo universitario

  • Foto del escritor: Sebastián Duarte
    Sebastián Duarte
  • 23 jun 2021
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 7 oct 2021


Indiscutiblemente, Wikipedia ha sido una de las webs más influyentes de los últimos años. Considerada como la quinta página más influyente de Internet por expertos en el ámbito; la enciclopedia libre, administrada por la Fundación Wikimedia, cuenta con más de 50 millones de artículos, convirtiéndose en todo un gigante de la información. La gran variedad de artículo, la inmensa calidad de algunos de ellos, su edición colaborativa y el gratuito acceso a todo el contenido han permitido que esta web se arraigue a las sociedades modernas de forma sorprendente, pese a contar con tan solo 20 años de vida. Impensable resulta la vida hoy sin poder consultar un artículo de Wikipedia referido a un tema físico o un hecho histórico. Incluso, dentro del ámbito académico, especialmente en los eslabones más bajos del sistema educativo, resulta una herramienta útil en el desarrollo de trabajos de carácter oficial. No obstante, en el ámbito más avanzado, especialmente en el sector universitario, esta página está vetada, al punto de suponer una grave falta su uso, pese a que se cite correctamente. En este artículo, más personal que la mayoría de artículos tratados en este blog, profundizaremos acerca de cómo se valora Wikipedia dentro del ámbito universitario, además de proporcionar algunos consejos útiles para usar esta web.


El rechazo académico hacia Wikipedia proviene directamente de su modelo colaborativo de edición. Este permite que artículos, de cuestionable información, puedan publicarse, hasta que sea revisado por un encargado de la web. Ante este temor de “cualquiera puede editar” los catedráticos y demás profesores universitarios penan el uso de Wikipedia en los trabajos. Esta desconfianza remite directamente con un elemento frecuente dentro de la élite universitaria: el desencanto con las páginas webs. Si bien la comunidad universitaria se ha visto forzada en los últimos años a incorporar las fuentes webgráficas como fuentes válidas (en realidad, solo una selección de estas se considera válidas), aún es visible ese recelo y la inadaptación de profesores universitarios a la nueva vía de comunicación. Internet vino para quedarse, por lo que resulta incomprensible que aún se fuerce a los estudiantes de grado a recurrir exclusivamente a material impreso y publicado, considerado tradicionalmente más fiables (aunque no son extrañas las interpretaciones parciales, los errores interpretativos o la formulación de hipótesis cuestionables en estos “manuales”, tal como se les prefiere designar). Esa inadaptación se visibiliza en los métodos de citación, algunos de los cuales generan muchos problemas a la hora de citar webs. Spal, por ejemplo, el sistema de citación de la Revista de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, no incluye las webs dentro del apartado de citación bibliográfica. Se deduce así que existe un eterno choque entre profesores universitarios y páginas webs, cuyo máximo sería Wikipedia, donde algunas de las críticas están basadas en mitos. Evidentemente, los trabajos profesionales, realizados por investigadores, proporcionan una información más detalla y veraz de los temas que se buscan. Sin embargo, Wikipedia puede ser un aliado esencial para obtener datos superfluos o conseguir información histórica rápida (generalmente fechas, que ayuden a situar eventos). Tal como se advierte siempre, la información que se extraiga de Internet debe ser contrastada, como debería hacerse con los trabajos profesionales, que tampoco se ven exentos de fallos, pese a la mayor veracidad que se les otorga. Aunque suponen realidades dispares, el futuro evidente de la educación es Internet, por lo que los profesores, aunque muestran aún rechazo con la información de webs o noticias (estas son muy útiles en trabajos históricos, aunque algunos profesores las rechazan completamente), se han unido a una estrategia conocida como “conocimiento democrático”, que básicamente consiste en subir el contenido desarrollado gratis a Internet para que sea accesible para todos. Esto, a su vez, persigue el encubierto objetivo de dar mayor voz a los investigadores, como corrobora la creación de las llamadas “redes sociales académicas”, que suponen un híbrido entre webs y trabajos profesionales. Este sería el caso de ResearchGate, donde, en teoría, el contenido es más veraz que el de otras webs, aunque, como ocurre en Internet, cualquiera puede publicar, aunque eso sí, debe identificarse como estudiante, profesor, periodista y demás categorías, lo cual da mayor o menor rigor al contenido. Si bien estas redes sociales pretenden ser la alternativa académica a Wikipedia, por ejemplo, su popularidad no es demasiado alta. Quizás sea por su complejo contenido o por su escasa publicidad.


¿Se debería usar Wikipedia en trabajos universitarios entonces? Rotundamente no, por la sencilla razón de que quién corrige dichos trabajos rechazará probablemente Wikipedia o tendrá una imagen desvirtuada de la misma. No obstante, esto no vuelve inútil a la página, ya que puede usarse, principalmente, para tres aspectos. En primer lugar, para obtener bibliografía sobre un tema (apartado referencias). En segundo lugar, para poder obtener una síntesis de conceptos, corrientes epistemológicas o términos bastante complejos (útil para temas filosóficos). En tercer lugar y más aplicado a las Ciencias Sociales, Wikipedia puede ser útil para determinar cronologías, que, aunque no se incluirán en el trabajo, pueden permitir al estudiante conformar una visión general de un suceso para, a partir de entonces, montar todos sus argumentos. Toda esta información extraída debe someterse siempre a contrastación o, en su defecto, a juicios lógicos. También puede ser interesante ojear las modificaciones del artículo que se examina, para comprobar si ha sido corregido o no.


No podríamos concluir esta valoración sin recalcar la trascendencia de Internet en el acceso a información, pues ha permitido conseguir información gratis sobre cualquier tema, posibilitando el crecimiento personal sin necesidad de gastar dinero en libros; a la vez que ha dado voz a los creadores de contenido, a entusiastas que o bien ansían compartir sus conocimientos, aportando generalmente un sistema novedoso (especialmente, esto se aprecia en YouTube) o bien han encontrado en Internet el medio para expresar sus ideas, reflexiones e interesantes puntos de vista, permitiendo crear novedosas líneas de pensamiento que, si la comunidad científica valorara, darían pie a curiosas reflexiones. Sin ir más lejos, este blog, de difusión de contenido de diverso tipo, no habría existido sin Internet.


Aunque probablemente la comunidad universitaria tarde tiempo en reconocer la importancia de Internet en el acceso a información y acabe con mitos como “el contenido en Internet puede escribirlo cualquiera, por lo que no tiene rigor alguno”; los estudiantes tienen la responsabilidad de presionar por el uso de las mismas y la capacidad de obtener información rápida y sencilla, que puede ser esencial para obtener una visión general del tema que se trata. Wikipedia, pese a lo que muchos digan, seguirá siendo durante muchos años la alternativa más útil y eficiente para conocer nueva información, aunque para la profundización de los mismos será necesario recurrir a artículos más específicos.


Bibliografía.

Pérez Colomé, Jordi (2019). “30º aniversario de Internet: las 51 webs que han hecho de la Red lo que es” en El País. Recuperado [2021] de https://elpais.com/tecnologia/2019/03/12/actualidad/1552370087_708790.html.

Spal (s/f). “Normas de publicación” en Spal. Recuperado [2021] de http://institucional.us.es/revistas/spal/23/normas.pdf.

Wikipedia (2021). “Wikipedia” en Wikipedia. Recuperado [2021] de https://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia.

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