Cómo los sumerios construyeron el mundo
- Sebastián Duarte
- 10 jul 2021
- 5 Min. de lectura

Sumeria o Sumer es una región histórica situada en el sur de Mesopotamia, entre los Tigris y Éufrates, en el sureste del actual Irak. Fue una zona reconocida por su fertilidad, dependiente del abastecimiento de esos dos grandes ríos. Ello le convirtió en un oasis, donde se establecieron diversas ciudades, como Uruk, Ur, Nippur, Shuruppak, entre otras, las cuales compartían lazos culturales. En estas ciudades, se desarrollaron prósperas civilizaciones, que hasta prácticamente la segunda mitad del III Milenio a.C. se conocen como sumerios. Tras esta fecha, se mantendría la denominación, pero ya con menos calado, debido a la irrupción de otras civilizaciones extranjeras.

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Entre las ciudades citadas, Uruk fue, sin lugar a dudas, espléndidamente destacada. En ella, floreció una importante civilización, que llegaría a desarrollar la escritura plenamente para el 3.000 a.C. Entre agricultores, mandatarios, escribas y otros oficios, cada vez más especializados, se construía esta sociedad, moderna para su tiempo y cuyos precedentes y elementos culturales tendrán mayor trascendencia de la que los mismos ciudadanos podrían imaginar. Los sumerios construyeron el mundo, o al menos, muchos elementos de este. Sin embargo, pocos conocen a los sumerios. ¿Qué hicieron? ¿Qué innovaciones introdujeron que son tan trascendentes?
EDUCACIÓN
Conviene comenzar con las innovaciones en cuestiones educativas. Inventada la escritura, aparecen los escribas, un grupo social encargado de escribir textos para los poderes políticos. Estos escribas necesitarán transmitir el conocimiento de la escritura a sus aprendices, por lo que fundarán escuelas. Para el III Milenio a.C., las escuelas eran sumamente frecuentes en todo Sumer, especialmente en Uruk. Al principio, las escuelas se limitaban a la copia de documentos, pero pronto adquirieron mayor profundidad, formando a los jóvenes en diversas ramas del conocimiento del momento. Así, las escuelas se erigieron como centros verdaderos de conocimiento y aprendizaje, reservados para hijos de aristócratas, pero cuyo modelo será replicado con posterioridad.
PARLAMENTO BICAMERAL
Otra innovación sumeria son los parlamentos bicamerales. Aunque parezca sorprendente, este modelo de organización estatal cuenta con más de 5.000 años de historia. La existencia de este tipo de parlamento se ha atestiguado en Uruk, mediante una serie de tablillas encontradas, documentos hechos en arcilla por escribas, donde a menudo se recogen cuentos. Uno de estos cuentos o historias narra como Gilgamesh, el héroe sumerio por antonomasia, convoca a la “Cámara de los Ancianos”, la cámara mayor, y a la “Cámara de los hombres de la ciudad”, guerreros en definitiva, para aprobar la guerra contra una ciudad cercana, llamada Agga. Se trata de la referencia más antigua a un parlamento bicameral de la historia, lo cual muestra un nivel de complejidad política un tanto superior al Antiguo Egipto de esta época.
EL PRIMER HISTORIÓGRAFO
En Sumer, no existieron historiadores como tal, ya que los sumerios pensaban que los acontecimientos sucedían de forma espontánea. Sin embargo, se han conservado registros de unos proto historiadores o historiógrafos ubicados en Lagash, una de las ciudades de Sumer. Esta ciudad mantuvo un enfrentamiento directo con otra, llamada Umma. Este conflicto fue narrado por esos proto historiadores, con un método muy avanzado para la época, abandonando esa concepción azarosa de la realidad. Señálese además que este conflicto político entre Umma y Lagash es uno de los primeros conflictos entre ciudades conocidos de la Historia, gracias a la labor de estos historiadores.
CÓDIGO DE LEYES
La justicia era fundamental en Sumer. Se han conservado multitud de tablillas de arcilla que narran las primeras sentencias judiciales de la Historia. Por la importancia de la justicia, no es de extrañar que surgiera en Sumer el primer código de leyes de la historia. En concreto, se considera que el código más antiguo fue escrito por Ur-Nammu, soberano de Ur, una ciudad sumeria, que llegará a imponerse sobre Uruk culturalmente. Este código es fundamental para entender la sociedad sumeria. No obstante, presenta grandes lagunas que complejizan su entendimiento. En cualquier caso, está claro que los códigos de leyes más antiguos de la Humanidad se escribieron en Mesopotamia, en Sumer. Cuestión aparte es la trascendencia real de estos códigos en su época, ya que, en el caso de Ur-Nammu, su código no será tan trascendente, sino que será cuasi panfleto propagandístico de su persona como soberano.
MEDICINA
La medicina sumeria era más compleja de lo que cabría esperar en una sociedad de aquella época. Ciertamente, los sumerios creían en multitud de dioses, eran plenamente politeístas, lo que explica que atribuyeran las enfermedades a los dioses. Sin embargo, los sumerios desarrollaron recetas médicas para enfrentarse a estas enfermedades, aunque su origen fuera más que incierto. En ese sentido, han aparecido numerosas tablillas con más de 5.000 años de historia que narran recetas de medicamentos vegetales y animales, que se machacaban hasta convertirse en polvo, para luego ser administrado al enfermo mediante su mezcla con leche o cerveza, además de ungüentos y filtrados. La eficacia de estos métodos es bastante cuestionable, pero resulta incuestionable que supusieron un avance conceptual y médico muy destacado, que otras civilizaciones tomarán para sus civilizaciones, perfeccionando las técnicas hasta la medicina moderna.
EL PRIMER IDEAL MORAL
Los sumerios tenían, en general, una visión muy negativa del ser humano. Pensaban que era un ser creado meramente para servir a los dioses, sin libre albedrío ni libertad. Aun así, los sumerios valoraban enormemente valores como la solidaridad, la bondad y la verdad, repudiando la maldad y la inmoralidad. En el susodicho código de Ur-Nammu, se hacen continuas alusiones a la moralidad. En otro código un tanto posterior, el de Lipit-Ishtar, se menciona que es el soberano quien debe traer el bienestar al país y velar por la moralidad. Según los sabios sumerios, esta moralidad era preferida por los dioses, hecho que se aprecia en los himnos. Así se creó el primer ideal de moral, bastante parecido al actual.
VINCULACIONES CON EL CRISTIANISMO
Los sumerios vivieron muy cerca de los hebreos, pueblo de la costa mediterránea oriental, que evolucionaran hasta conformar el pueblo judío, que, a su vez, sienta las bases del cristianismo moderno. Por ello y unido a la creación de imperios que controlaron tanto Sumer como la costa hebrea, existen múltiples relaciones entre el cristianismo actual y la civilización sumerio.
Comenzando por el principio, la fábula de Job, que en la Biblia describe a un personaje que es castigado por Dios por su riqueza y malicia, ya existía en la mentalidad sumeria. En unas tablillas de Nippur, se menciona a un hombre que fue castigado por los dioses. Pese a su inmensa riqueza, la única forma con la que consiguió de evitar el castigo en forma de enfermedad fue el rezo.
Otra vinculación es la idea de paraíso. Los sumerios son los primeros en idear la existencia de un paraíso extraterrenal, aunque, para ellos, este paraíso no era accesible a los mortales, solo a los dioses. Se trata de un paraíso conocido como Dilmun, situado en los cielos, creado por los dioses para su propio regocijo, pero con el obstáculo de que carecía de agua. Tan solo podían llegar a este paraíso aquellos humanos que demostrasen la valentía suficiente.
La idea del diluvio bíblico de Noé también fue ideada por los sumerios. En diversas tablillas encontradas en el siglo XIX, se expone el mito de que los dioses, enfadados por el ruido que ocasionaban los humanos, mandaron un diluvio a la tierra, para acabar con los humanos. Tan solo un humano, Ziusudra, consiguió evitar el diluvio construyendo una enorme barca para salvar a la humanidad. Tras el diluvio, será él el encargado de repoblar la tierra.
Son muchos los paralelismos entre el mundo actual y la civilización sumeria. En la obra de Kramer, La Historia empieza en Sumer, se exponen estas coincidencias y muchas más sumamente interesantes. Se recomienda la lectura de esta obra para descubrir más sobre la fascinante civilización sumeria, injustamente olvidada, pese a la enorme trascendencia que tuvo.
Bibliografía:
Kramer, Samuel Noah (2010). “La Historia empieza en Sumer”. Ed. Alianza Editorial.
Haywood, John, Simon Hall y Barrat, Edward (2017). “La Historia del mundo en Mapas. Atlas Ilustrado”. Ed. Susaeta.
Roux, Georges (2002). “Mesopotamia. Historia política, económica y cultural”. Ed. Ediciones Akal.
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